Los proyectos colaborativos pueden estar ligados a una asignatura o a un conjunto de ellas, generando una interdisciplinariedad que permite la construcción de conocimientos y experiencias que ayudan a que el alumno integre ese conjunto de saberes, transformando éstos hacia el logro de aprendizajes significativos que puedan ser aplicados en diferentes momentos de su vida. En ambos casos, favorecen el desarrollo de competencias relacionadas con el trabajo colaborativo, así como habilidades interpersonales, de comunicación, de liderazgo, de compromiso y organización, entre otras. A la vez que promueve la investigación, el pensamiento crítico y la creatividad. El trabajo colaborativo también puede estar ligado a la gestión de cualquier tipo de actividad como puede ser su participación en una campaña, su contribución como grupo en los juegos pascalinos, el trabajo comunitario o la práctica de un deporte en equipo.